La creación de proyecto como herramienta de aprendizaje es muy valiosa y esto por varios aspectos.
Primero, los estudiantes elaboran un proyecto en el cual tiene que organizar la información recabada de forma tal que puedan demostrar su dominio de los temas tratados en clase. Además, es posible que durante la elaboración de dicho proyecto se encuentren con dificultades, éstas los llevarán a aplicar sus habilidades para la resolución de problemas.
Por otro lado, tenemos que los estudiantes en este proceso adquirirán o mejorarán su comunicación verbal o escrita dependiendo de si es una presentación oral o un portafolio.
Seguidamente, la evaluación de estos proyectos se basa en la calidad, no cantidad de información presentada; es posible evaluar el progreso y el uso del pensamiento critico-creativo durante el proceso.
Además se evidencia el aprendizaje significativo, ya que los estudiantes al trabajar en su nuevo proyecto logran hacer conexiones entre la información previa y la nueva información.

A continuación les ofrezco tres tipos de rúbricas distintas. Las dos primeras pueden utilizarse en la educación superior, específicamente para evaluar dos proyectos distintos, el primero la elaboración de un portafolio y la segunda una presentación oral de un proyecto.
La tercera es un ejemplo de una herramienta que utilicé, hace varios años, cuando tuve la gran oportunidad de trabajar en una institución muy particular y en la cual aprendí muchísimo, la Escuela Laboratorio “Emma Gamboa”. Esta rúbrica la aplicábamos al final de trimestre para evaluar el trabajo en clase de los niños.

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